MELCHIOR DICE PENSARSE COGER EL TRANVÍA

A estas alturas de la película ya casi todo el mundo sabe que el sobrepeso de Melchior no se debe únicamente a la ingesta de alimentos habituales, que se debe a haberse embostado de otros.

De ese conocimiento tuvo un duro golpe en las pasadas elecciones al Senado en las que se llevó un duro varapalo.

Ahora lanza un globo sonda para comprobar el calor o el hielo que le proporciona su partido para valorar el presentarse nuevamente.

Libre de escándalos judiciales de altura, debería practicar una retirada a tiempo con lo que le queda de vendido señorío y montarse de una vez en el tranvía "que se regaló" a los ciudadanos y abandonar el coche oficial.

Pero, como ya sabemos, la avaricia rompe el saco, y a menos que la batalla de cuchillos en la que está inmersa Coalición Canaria acabe con él o el nuevo "Egoman" de Alarcó lo haga, nos veremos obligados a soportarlo nuevamente.

Siempre nos queda la reacción ciudadana.

Mientras tendremos que seguir soportando a un nefasto político que por un tiempo pasó incluso por ser considerado por muchos como todo un "gentleman".

Melchior reconoce que ya medita en su jubilación política.